¡INAUDITO!

 

De Dios nadie se burla

La jerarquía de la Iglesia se está burlando de Dios. Son escandalosas las repercusiones de la declaración Fiducia supplicans. El cardenal Fernández, con la anuencia del papa, convirtió a la Iglesia Católica en bufón del mundo.

La pregunta es: ¿A quiénes dañan las herejías encubiertas dichas en extensas y confusas explicaciones? Esas herejías concebidas por los descendientes de los Apóstoles hieren profundamente a Cristo, a los santos y a los mártires que ofrendaron sus vidas en defensa de la fe. No son blasfemias contra una institución humana, son graves ofensas y humillaciones que, nuevamente, flagelan al Hijo de Dios.

Acaso, ¿los "príncipes" de la Iglesia olvidaron las enseñanzas del Maestro? No sólo las olvidaron, las tergiversaron para ganarse la aprobación y el aplauso del mundo. Son neoluteranos que buscan justificar sus indignas miserias cambiando la doctrina.

Para que el laico fiel entienda el alcance, la gravedad y la ofensa hecha a Nuestro Señor por este último documento, decretado por el Dicasterio para la Doctrina y la fe, compartimos las Palabras que Cristo dejó escritas a sus tres siervas Santa Matilde, Santa Brígida y Santa Isabel Reina de Hungría.

"Sabed, amadas hijas mías, como los sayones que me prendieron en el huerto de Getsemaní fueron 58; los ejecutores de la sentencia 32; los que me llevaron atado fueron 3; diéronme 300 puñadas en la boca; cuando me llevaban preso desde el huerto hasta la casa de Anás me dieron 7 fuertes empujones; diéronme 5.600 azotes en la columna; me escupieron en el Rostro 72 veces; hiciéronme en el cuerpo más de 100 llagas, y en la cabeza más de 100 agujeros; cuando iba al Calvario caí 3 veces con la Cruz acuestas; estando clavado en la cruz, tenía la cara tan desfigurada que apenas podía ser conocido; las gotas de sangre que derramé en mi dolorosísima Pasión, fueron 30.708."

¿Sufrir semejantes tormentos para que éstos traidores tiren "las perlas a los cerdos"? Es inaudito.

Los herejes modernistas que invadieron el Vaticano, están despreciando con sus veleidades la Divina Sangre derramada por Cristo Nuestro Señor. 

Además del Ut rideam, han provocado daños colaterales al desautorizar a la Iglesia Católica en las relaciones ecuménicas con otras religiones pues, la Iglesia Ortodoxa nos ha calificado de heréticos -poco serios-, razón por la cual corta el diálogo e invita a los fieles católicos pasarse a su rito (ver P. Santiago Martin).