Camino de Salvación |
“Hoy, en la ciudad de David, les ha
nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.” (Lc. 2, 11)
La imagen sintetiza el "Camino de la Salvación": En el pesebre nace un Rey, en el altar está el Santísimo Sacramento que es Dios proyectándose en la Cruz, su Trono.
"El pueblo que caminaba en tinieblas
vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz
resplandeció" (Is 9, 1). Son
las palabras que en el ambiente de recogimiento y alegría escuchamos en la
noche de Navidad. Es el grito de Isaías que, en medio de las dificultades de
Israel, pregona la esperanza a un pueblo oprimido y amenazado, doblegado y al
borde de la desesperación.
Desde el comienzo de la creación hasta nuestros días nada ha cambiado. El hombre, a lo largo de toda su historia fue y sigue siendo esclavo del pecado, esclavo del demonio. Los pecados no cambian con las épocas siempre son los mismos: la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza se presentan con distintas vestiduras.
El amor
incondicional de Dios por su creatura herida concibió en su plan el nacimiento de su
Hijo. Dos invaluables regalos nos concedió la entrega de su Hijo: el primero, la
plenitud de la revelación y el segundo, la salvación del alma. Culminó su
epifanía mostrándose y conviviendo con nosotros. No es un dios etéreo o
mitológico, es un Hombre-Dios, que nació para liberarnos del pecado, venciendo
al demonio y a la muerte.
¿Conocemos
realmente quién es Cristo? ¿Qué observamos al ver al Niño en el pesebre?
Mirar
al Niño sin proyección en la Cruz es como mirar la muerte de Cristo sin la resurrección; “Si Cristo no resucitó, es vana nuestra
predicación y vana también la fe de ustedes.” (1 Corintios 15:14). Pablo
nos está diciendo que seríamos unos desgraciados.
El
espíritu mundano y la secularización transforma todo, muy pocos desean una “Feliz
Navidad” es más “correcto” desear “Felices fiestas”.
Cada
vez que miremos un pesebre meditemos sobre ese Niño-Dios porque, no es un
invento de Coca-Cola, es Dios con nosotros.
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