Translate

domingo, 10 de diciembre de 2023

"ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN"

 

CEREMONIA INTERRELIGIOSA EN LA CATEDRAL

¡¿Qué es esto, dónde está Cristo?!
El Templo es lugar sagrado reservado para adorar y elevar acciones de gracias hacia Dios. El Templo es el altar para celebrar el Sacrificio incruento de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía. El Templo católico es el sitio donde se proclama la Palabra de Dios. 
Nada de eso ocurrió en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires. Con un altar despejado y sin accesorios litúrgicos se realizó una ceremonia mundana para halagar con lisonjeras palabras al flamante mandatario argentino. La liturgia fue reemplazada por una secuencia de exposiciones a cargo de religiosos ajenos a la Fe católica. Todos citaban a Dios en sus alocuciones, sin creer en el Dios Único y Trinitario de la Fe católica; hecho que raya en la idolatría al venerar a otros dioses en un Templo consagrado a la adoración de la Santísima Trinidad. 
Como si fuera poco, el centro de los halagos era un hombre no Dios.
La celebración del tradicional Te Deum se convirtió en un secular acto protocolar, invadiendo al Templo un ambiente de bulliciosa irreverencia.

"La Eucaristía es la piedra angular de la Iglesia Católica, Cuerpo místico de Cristo. Si la Eucaristía fuera desechada o destruida, todo el edificio católico colapsaría. Despojada la Iglesia Católica de la Misa, no sería más que un esqueleto. La historia nos muestra que los que así lo hicieron, llevaron el caos y la destrucción a quienes los siguieron.

Sin duda, la supresión del Santo Sacrificio de la Misa, sería la mayor abominación de la desolación: «Este es el Sacrificio de nuestros altares, que entonces, en esos terribles días, será proscrito, en todas partes prohibido; y, salvo los Sacrificios, que podrán celebrarse en las sombras subterráneas de las catacumbas,  quedará interrumpido en todas partes» (Cardenal Billot, S.I.)

Cristo cumplirá su promesa de llegar a nosotros para juzgarnos, pero las señales por Él indicadas se están dando permanentemente, por lo que es arriesgado señalar fechas determinadas, y, sea lo que sea «la abominación de la desolación», no debemos olvidar que será la señal del momento final.

Si lo que vemos cada día: confusión doctrinal, sacrilegios de los lugares sagrados, sacrilegios de la Eucaristía y de la Misa, no es la «abominación de la desolación» predicha por Nuestro Señor, son al menos un presagio de aquella última profanación." (Germán Mazuelo-Leytón).

¿Qué nos está sucediendo a los católicos que permitimos estas humillantes profanaciones de nuestros Templos bajo las consignas masónicas de: "Libertad, Igualdad y Fraternidad"? Por qué no montan semejante espectáculo político en una Sinagoga, en una Mezquita o mejor aún en el Centro de Convenciones de Costa Salguero.

"El celo por tu casa me consumirá" (...) "Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar". (Jn 2: 17, 19)

Expulsión de los mercaderes del templo

Daniel Elía


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se ruega hacer comentarios respetuosos. Sin disenso no hay consenso...