Capellanes castrenses en Pilar
IGLESIA FARISAICA
“El fariseísmo es el pecado contra el Espíritu Santo. La natura del fariseo se ha vuelto máscara, miente con toda naturalidad pues ha comenzado por mentirse a sí mismo. Lo que él simula, que es la santidad, y lo que él es, el egoísmo, se han amalgamado y se han hecho un espantoso veneno que de suyo no tiene antídoto alguno. Glicerina más ácido nítrico, igual dinamita.” (Leonardo Castellani; “Cristo y los fariseos”)
En el marco del 31° Encuentro Nacional del Clero Castrense, que desde el lunes 12 de junio y hasta el jueves 15 de junio del corriente año se desarrolla en la casa de retiros El Cenáculo - La Montonera, en el partido bonaerense de Pilar, los más de 170 capellanes asistieron a la presentación de la publicación "La Verdad los hará libres", una obra sobre la actuación de la Iglesia en los procesos de violencia en la Argentina entre 1966 y 1983, realizada en conjunto por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y la Universidad Católica Argentina (UCA).
Las
disertaciones estuvieron a cargo del obispo emérito de San Isidro, monseñor
Jorge Casaretto; la doctora Guadalupe Morad; y el padre doctor Luis Liberti
SVD.
En el
inicio, monseñor Casaretto destacó la labor y el compromiso con la defensa de
la vida y los derechos humanos de obispos como Vicente Zazpe, Jaime de Nevares,
Miguel Hesayne, Raúl Scozzina y Enrique Angelelli, entre otros, durante los
años de la dictadura militar.
Iremos
desmenuzando los términos utilizados para destacar la violencia durante la
“dictadura militar”.
La
obra en cuestión cita a Juan 8;32 para hablar sobre la Verdad. El lector
distraído es presa de una manipulación para justificar la acción del mal y del
crimen en aras de la verdad. ¿Cuál Verdad? ¿La Verdad evangélica en la persona
de Cristo? o ¿El relato de la verdad
que viene haciendo el marxismo vernáculo impuesto por “la historia oficial”?
¿A
quién hará libre esa verdad? Pues, por lo visto en los últimos 50 años es una
verdad parcial, que hizo y dejó libres a terroristas y asesinos que bañaron con
sangre toda una década de nuestra historia.
·
Defensa de la vida
A la defensa de qué vida se refiere.
Imaginamos que se refiere a la
defensa de la vida de las 17.380 víctimas del terrorismo. Pero, imaginamos mal,
claramente, el objetivo, el espíritu de esta obra está centrado en la defensa
de la vida de los terroristas abatidos por las fuerzas legales de la nación.
·
Derechos Humanos
Qué
derechos les asiste a humanos que con sangre y fuego quisieron imponer a toda
una nación, a todo un pueblo, ideologías ateas y marxistas. Qué derechos asiste
al terrorismo que desata una guerra cruel contra las FF.AA. empeñadas (por
decreto de una gobierno constitucional) en defensa de toda la sociedad contra
sus agresores.
·
Dictadura Militar
Entre
1966 y 1983 hubo cuatro períodos constitucionales de gobierno, a saber: Héctor
J. Cámpora, Raúl Lastiri, Juan D. Perón y Estela Martinez de Perón. Dentro de
ese período el dentista Cámpora abrió las cárceles dejando en libertad a muchos
terroristas y delincuentes que más tarde se enrolaron en organizaciones
clandestinas que atentaron contra la paz y el orden nacional. Es peyorativa la
expresión “dictadura militar” (término acuñado por el enemigo marxista) si
tenemos en cuenta los vaivenes políticos que caracterizó a nuestra historia
desde su independencia.
El
país estaba sumido en una guerra antiterrorista y tanto sus FF.AA. como de
seguridad cumplieron con su misión institucional de defender a la nación contra
un enemigo interno. El accionar militar es independiente y subordinado de la
acción política.
“Humanizar la paz parece más lógico que humanizar la guerra”.
¿Es la
guerra un acontecimiento ajeno a las Sagradas Escrituras? ¿Es un acto que
escapa al juicio de Dios? Cuando nos referimos a la guerra lo hacemos respecto
a todo tipo de conflicto armado en la historia de la humanidad incluido, los
que se relatan en el Viejo Testamento.
A Dios
no le asusta la guerra es más, apoya y bendice a los ejércitos que se empeñan
en una batalla justa. El viejo testamento está harto de ejemplos, pero
“Lepanto” es una digna muestra de la asistencia divina en la victoria contra un
enemigo anticristiano.
El
soldado, el militar argentino jura fidelidad a Dios y a la Bandera para
defender a la Patria; vale decir que sus armas fueron bendecidas por capellanes
castrenses para ejecutar tan honorable misión.
Los
terroristas a quién juraron fidelidad. Quién bendijo sus armas para asesinar a
personas y niños. Bajo qué bandera sirvieron a la patria.
En
actualidad la Iglesia anda clueca en cuestiones de fe. Su jerarquía debería
estar más preocupada por la salvación de las almas, mediante la enseñanza de la
recta doctrina, antes que gastar su valioso tiempo justificando su accionar en la
“defensa de la vida” y los “derechos humanos” de terroristas enemigos de Dios y
del hombre.
El
comunismo es una dulce melodía en los oídos de algunos prelados, más
preocupados por la justicia social que por la oración. Después de 50 años
ensayan un revisionismo tuerto para congraciarse con un mundo que vive sin
Dios. “Lo que él simula, que es la
santidad, y lo que él es, el egoísmo…”
“La
Humanidad no ha presenciado otro conflicto más agudo, peligroso y trágico: la
religión viva ha de vivir dentro de la religión desecada sin desecarse ni dejar
de ser lo que es, como un golpe de savia que debe moverse a través de un tronco
vuelto corteza. Éste fue el difícil trabajo de Cristo.” (Castellani)
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